viernes, 11 de mayo de 2012

Perfumes, evolucionaron con la humanidad. Historia perfume.


El perfume fue creado para los que no acostumbran bañarse, el perfume se usa para conquistar. Perfume proviene del latín "per", por y "fumare, esto en relación al humo aromático que se desprendía del sahumerio.

Actualmente perfume se refiere a una sustancia líquida o sólida que usan ambos sexos para segregar olores especiales y muy agradables.

Los perfumes no son creaciones de estas épocas, aunque no lo creas el perfume es tan antiguo como el hombre de la prehistoria , los primeros hombres, al quemar ciertas plantas aromáticas, así como al estrujarlas o aplastarlas para extraer su jugo o sábila, sintieron los primeros aromas y su olfato empezó a acostumbrarse a ellos.

Y tal vez el hecho de encontrarla muy agradable y viendo que el humo se elevaba al cielo empezaron a usarlo como ofrendas a los dioses y a las fuerzas sobre naturales son esto se asevera que inicialmente el perfume era usado para ritos religiosos.

Historia del perfume

Siendo Sumeria una civilización de 3,500 aC. bastante desarrollada para esa época, fueron ellos los que crearon los ungüentos y perfumes, ya que los arqueólogos al encontrar a la reina Schubab de Sumeria, hallaron junto al cuerpo una cucharita y un pequeño frasco conteniendo pintura de labios.

Los egipcios elaboraban materias con olores muy fuertes, con la intención de contribuir a la elevación del espíritu con elementos como la mirra, resina, gálbano, ládano.

Los sacerdotes egipcios todas las mañanas limpiaban los rostros de las estatuas con al intención de obtener la protección de los dioses, también usaban los perfumes en los embalsamamientos de los cadáveres, como prueba de ello, al abrirse la tumba del faraón Tutankamon se hallaron más de tres mil potes con fragancias que aún conservaban su olor a pesar de haber permanecido enterradas por más de 30 siglos.




Las mujeres de la elite egipcia solían colocarse debajo de las pelucas que habitualmente llevaban, unos conos fabricados con grasa de buey impregnada de diversos perfumes. Este pegote se iba fundiendo con el calor corporal y del ambiente al mismo tiempo que perfumaba el cuerpo de quien lo portaba.

Para los griegos, atribuían a sus Dioses el regalo de los perfumes y los ungüentos. Según se cuenta la rosa, antes blanca y sin olor, adquirió su color rojo el día que Venus se clavó una espina y derramó su sangre sobre ella. Y se volvió fragante al recibir un beso de Cupido. El aporte más significativo que los griegos hicieron a la perfumería fue la forma de sus frascos en los que guardaban los perfumes, eran verdaderas piezas de arte.

Ellos diseñaron siete formas para almacenar perfumes y los decoraron con animales mitológicos, figuras geométricas y escenas conmemorativas.

Los primeros perfumistas y barberos salieron de una colonia griega al sur de Italia y se instalaron en Roma en los tiempos de la República, en Roma no sólo las personas se perfumaban, antes o después de las batallas perfumaban los estandartes de las legiones con fuertes fragancias, perfumando también los ambientes.

Los bizantinos superaron a aroma en la perfumería, sin embargo fueron los árabes quienes perfeccionaron la perfumería ellos utilizaron por primera vez la destilación del alcohol como soporte de las esencias, ellos elaboraron: refinados perfumes como el almizcle, la algalia y el Agua de Rosas.




Durante el Renacimiento se tradujeron numerosos tratados de perfumería fueron traducidos y publicados en francés e italiano, haciendo llegar a la población mil y un maneras de usar perfumes. Resulta paradójico que en esta etapa se deja de lado el aseo personal y se recurre a los perfumes para evitar el mal olor; por esta razón era una costumbre de las damás no bañarse y se ponían en las axilas y muslos esponjas perfumadas como consecuencia de ellos la sarna comenzó a imperar.

Es sabido que Enrique IV de Francia: no solamente no se lavaba nunca sino que además ni siquiera tenía por costumbre perfumarse parece que por lo menos se bañó una vez. Fue en el Sena, en donde antes de hacerlo, y a la vista de todos, orinó abundantemente.

Florencia y Venecia fueron las capitales del perfume. el arte de la perfumería evolucionó notablemente al mejorar la destilación y la calidad de las esencias. Empleando técnicas orientales.

Una curiosidad: la moda imponía el uso de guantes y estos indefectiblemente debían estar perfumados. Grasse, un pequeño pueblo al sur de Francia, los fabricaba en grandes cantidades y sus guanteros decidieron entonces perfumarlos ya en la fábrica. Para eso comenzaron con el cultivo de lavanda, jazmín, mimosa, naranjos, rosas. En la actualidad, Grasse cuenta con más de dos mil quinientos técnicos dedicados exclusivamente a la industria del perfume.

La Revolución Francesa estancó el mercado de los perfumes, por estar asociado íntimamente con la nobleza, con una excepción: una fragancia llamada “Guillotine” –de origen desconocido- que se puso de moda entre las ciudadanas. Pero esta etapa duró tan sólo doce años.

La historia cuenta que Alejandro Magno era muy aseado, capaz de perfumar cualquier habitación con solo el aroma de su cuerpo. En la Edad Media se fabricaron ungüentos con sustancias aromáticas, musgo incluido y después de un período de utilizar animales. En los siglos XVIII y XIX se volvió al agua de flores. El perfume está tan presente en la historia del hombre como cualquier héroe o leyenda.

Mercado del perfume

La perfumería del siglo XXI no puede escapar a ciertas imposiciones. Si antes los catadores de fragancias (llamados “narices”) determinaban el rumbo de una moda, ahora ellos deben escuchar al departamento de marketing y bajar sus cabezas (o narices) a fin de seducir a un público cada día más mediatizado.

¿Cómo se explica en nuestro mercado la aparición de perfumes tan sobrios estudiados y exquisitos como el de Antonio Banderas, Sofía Loren, Gabriela Sabatini ó Susana Giménez? Si el perfume del siglo XX se vio favorecido con el refinamiento en las técnicas químicas de los olores, este milenio deberá resistir cualquier facilismo y moda e incorporar nuevas tecnologías –como la genética- que se acoplen a los principios artísticos que heredamos de los viejos sumerios.

El gusto por los perfumes llegó a ser tan inmoderado que un edicto del año 1560 prohibió su uso a los plebeyos. El rey Carlos VIII de Francia y Catalina de Médicis tuvieron su perfumista personal. Los nobles perfumaban sus cabellos, sus vestidos, sus guantes y sus roperos. Un gran señor llegó hasta perfumar los arreos de montar.

Necesariamente la industria del perfume debía desarrollar el cultivo de las flores. En Provenza se cultivan especialmente ciertas flores por su perfume; generaciones de expertos han transmitido celosamente los secretos para extraer esencias y quintaesencias (sustancia obtenida al cabo de cinco destilaciones sucesivas).

En 1750, Juan María Farina estableció en Colonia (Alemania) una fábrica de perfumes, en la cual, con una fórmula y plantas importadas de Italia, elaboró el Acqua Admirabilis, que fue la primer Agua de Colonia.

La producción industrial de esa época puede considerarse como la precursora de la fabricación moderna. Actualmente, las fórmulas de perfumes se cuentan por millares y cada día surgen otras nuevas. Si no se es químico o perfumista resulta imposible imaginar los procesos a que son sometidos los vegetales que poseen fragancia agradable.

Al lado de nombres tales como: violeta, lirio, verbena, jazmín, etc., podemos leer nombres mucho menos poéticos como: éter de petróleo, bencina, tolueno, acetona, etc. Esas sustancias de nombre tan poco sugestivo son las que obligan a las flores, hojas, tallos y raíces, a ceder su esencia, luego recogida en preciosos frascos. Las materias primas empleadas en la perfumería moderna constituyen una gama muy vasta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ayúdanos con tus comentarios, así compartiremos mucho más.